Tu voz es sombra de sueño.
Tus palabras
son en el aire dormido
pétalos de rosas blancas.
Por tus cabellos dorados,
por tu mirada profunda,
por tu voz nublada y triste
¡rindo mi capa andaluza!
Tienen tus ojos la niebla
de las mañanas antiguas;
dulces ojos soñolientos,
preñados de lejanías.
Al escucharte se siente
dentro del alma un lejano
rumor de cálida fuente.
Federico García Lorca
miércoles, 4 de abril de 2012
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